Espacio Vivencial

"Trastoques" es una mirada al espacio vivencial, al espacio común y mundano donde se gesta primordialmente cualquier experiencia estética, cualquier construcción de sentido con el otro, lo otro: el transeunte, el cuiudadano, como fuente que es (el espacio vivencial) de cualidades para nuevos diálogos. Así, la pintura rompe su marco y se instala dentro del marco de la "realidad visual", de ese espacio que todos tenemos en común, se instala y se fragmenta más sin romper su unidad pictorica: su composición, sus recorridos visuales, sus puntos de atracción y centro de fuga.

Tal como las palabras que se suceden en la mente y que dirigimos hacia la expresión de una idea a través de pensamientos, podría decrise, fragmentados, parcializados, bombardeados por la infatigable estimulacíon sensorial del mundo en rededor, así mismo, la obra, en su conjunto, se torna el vehículo de una intensión, de un quere decir...

La Pintura es medio que puede (y debe) invadir la experiencia del común, viavilizar puntos de encuentro dentro de ese mismo espacio que, como construcción creativa, hace de su quehacer un acto de realidad, de activación del sentido. El espacio pictórico se abre al mundo en un acto de desdoblacento, ya no para entrar a mirar su dispoción y su forma (la de la obra), sino para hacernos partícipes, integrantes, agentes móviles dentro de su razón de ser.